¿Cuál es la diferencia entre el Bien y el Mal?.
Miles de filósofos han intentado responder esa cuestión sin mucha suerte. Lo que es cierto es que el Bien y el Mal son la cara y la cruz de una misma moneda.No tendría sentido que fuese de otro modo.
El Bien simplemente es una extremidad del Mal, o viceversa. Es, para que el mundo lo entienda como unos hermanos siameses. Uno vive unido al otro por alguna parte del cuerpo.También es cierto que el Bien y el Mal son diferentes en cada persona, por lo tanto, el lugar del que los siameses están unidos es diferente dependiendo del tipo de persona que se es.Está claro también que los Mandamientos de Dios no separa a la gente buena de la mala. Simplemente fue un borrador de lo que debería ser.
Sería como un aviso de que el comportamiento del ser humano puede ser malo si la persona en cuestión no cumple con determinado mandamiento. ¿Cuál?. No es necesario decirlo.Si una persona, por ejemplo, tiene pensamientos impuros no es mala. Lógicamente que no.
¿Pero si esa persona mata?. ¿Cuál es la diferencia de valor entre los mandamientos? ¿Cómo sabemos cuales son más importantes que otros?. Es por el inconsciente. Es un conocimiento que el cerebro está pre programado para adquirir. No necesita a un dios para que le avise.Pero las personas que son malas no es porque no cumplen los mandamientos. A decir verdad, cualquier persona que se precie cumple uno o dos mandamientos solamente.
Las personas naturalmente malvadas tampoco son las que quebrantan las leyes. Todo el mundo conoce a alguien que cree ser malo y cruel únicamente por que se divierte con sustancias alucinógenas ilegales. Esos son, probablemente, gente muy pedante. Creen ser malos y creen que deberían ser adorados por el resto. Son quizás las personas de las que el resto deberíamos sentir más lástima.Pero las personas malas de verdad no se comportan como tales. No van a un coche y lo destrozan, esos son únicamente violentos. No son los que humillan a los demás. Ni tampoco son los que roban. Y, la mayoría de las veces, no son los que matan.Estaréis pensando de que la gente que mata sí que es mala. Algunos, pero no todos. ¿Se le puede considerar malo a un hombre sin comida que intenta sobrevivir?.
Hemos sido educados de que sí, pero no es verdad, un hombre que está muerto de hambre y que se desespera por conseguir algo de lo que llevarse a la boca no es malo, simplemente tiene hambre, igual que cualquier animal de la jungla.La maldad es un rasgo que puede aflorar a la superficie de cada uno, dependiendo la cultura y la inteligencia del sujeto.Pero hay un Bien y un Mal superiores. No es el Mal de la gente, que consiste no a decir sí, sino a decir no. Pero hay otro Mal exclusivo de mentes muy perversas y dotadas.No es lo mismo volarle la cabeza a un hombre que se ha acostado con tu mujer que volarle la cabeza a un hombre con el propósito de saber qué se siente al morir. Y aunque ese Mal exista, pocas veces los humanos lo han usado.También dicen que los demonios son malos. Son malos sólo porque son la oposición divina. Son malos porque alguien les dijo que eran malos, y ellos dijeron: vale.
El ejemplo de los nazis y los judíos. La mayoría de personas alemanas de edades entre los quince y los cincuenta años pensaban que los judíos eran malos. Pero Hitler sólo los utilizó como cabezas de turco. ¿Pensaba él que eran malos?. No.Los demonios no son malos, pero tienen la cualidad de que ese Mal superior y primigenio les fue concedido, así que algunos demonios que lo descubrieron y utilizaron fueron los que daban mala fama al resto de ellos. Y Dios que les dijo que serían malos se empezó a creer sus propias mentiras hasta que reflexionó que los demonios eran real y verdaderamente malos. He intentó eliminarles desde ese momento. Y los demonios se la devolvieron. Y Dios a ellos otra vez. Y luego los demonios. Y luego Dios. Y los demonios después... ¿sabéis a dónde voy?.Quizás Satanás era malo. Por eso lo expulsaron de la morada de Dios. Pero la gente que se fue con él no era mala. Eran otros ángeles que eran amigos de Satanás, o parientes, o la novia. No podía ser de otra manera. Se fueron con él. Y Dios, en su infinita sabiduría les castigó también.Y Satanás buscó el momento de vengarse. Y esperó. Y esperó. Y esperó. Hasta que un día encontró su oportunidad, dándole donde más le dolía.
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